Tengo esta receta desde el viernes para publicar y no ha sido posible sentarme un rato para estar con vosotros hasta ahora, domingo noche.

No es una receta de Cookidoo, sino que la tendréis que hacer de forma manual, así que todos a practicar.

Se trata de un brioche que en vez de mantequilla lleva mascarpone, que le da una esponjosidad junto a una jugosidad a la masa increíble. Una vez me dijo un repostero que los brioche hechos en Thermomix® son perfectos, y yo le creo a pies juntillas.

Ingredientes:

100 g de azúcar blanquilla, si te gusta más dulce puedes poner más, si te gusta menos dulce con unos 60 g queda de lujo.

120 g de leche templada

1 huevo mediano campero

20 g de levadura fresca de panadería

250 g de queso Mascarpone

520 g de harina de fuerza

Una pizca de sal

Huevo batido para pincelar la masa

Azúcar glass 

Preparación:

1.- Pon el azúcar blanquilla en el vaso y programa 30 seg/Vel progresiva 5-10 para hacer azúcar glass.

2.- Incorpora al vaso la leche, el huevo y la levadura en trozos y programa 2 min/37ºC/vel 3.

3.- Añade el queso mascarpone y mezcla 1 min/Vel 3.

4.- Vierte la harina y la pizca de sal y amasa 4 minutos. Deja dentro del vaso hasta que doble el volumen.

5.- Una vez doblado el volumen, desgasifica amasando a mano unos segundos y corta 10 porciones de entre 100 y 110g cada una. Bolea cada unidad y deja la parte fea colocada abajo para que no se vea.

6.- Prepara un molde redondo de 22 cm de diámetro desmoldable y engrásalo con mantequilla. Coloca una bola, la más grande en el centro, y pon las restantes alrededor sin que se toquen.. Cubre o tapa con film transparente y deja que leuden, que crezcan hasta que se toquen todas las bolas.

7.- Una vez que estén crecidas, pincela con huevo batido y hornea con el horno precalentado a 170ºC durante 35-40 minutos. Si ves que se tuesta mucho por encima, cubre con papel de aluminio.

Esta receta es de Velocidad Cuchara, y espero que pronto esté en Cookidoo para poder hacerla de forma guiada. 

Como no nos la vamos a comer todo de un tirón, lo he troceado y he congelado en bolsas especiales para congelar. De esta forma, cuando nos apetezca solo tenemos que sacarlo, dejar descongelar y estará igual de esponjoso que recién hecho.